Alirio Díaz es considerado uno de los mejores guitarristas clásicos nacidos en Venezuela. Se destacó en recitales radiales y locales; y pese a su formación y a emerger por sus interpretaciones de clásicos europeos, supo reconocer el valor de la música popular de su país: recopiló cantos venezolanos, armonizándolos para interpretar en todo el mundo, y publicó investigaciones musicológicas al respecto. Firmó su primer contrato discográfico en 1956 y luego de 2 volúmenes de Récital de guitare, editados en Francia, graba Guitarra de Venezuela en Caracas.
Aquí aparecen una composición de su contemporáneo Antonio Lauro, «Dos valses venezolanos», y tres de Vicente Emilio Sojo (a quien se le atribuye la creación de la escuela moderna de música en Venezuela): «Guasa», «Canción” y “Quirpa». Las demás composiciones del disco pertenecen a europeos (desde Albéniz a Bach).