Para cuando La conferencia secreta del Toto’s Bar llegó a las tiendas de discos de Argentina y Uruguay, Los Shakers ya no existían. Sin embargo, el legado de la banda de los hermanos Fattoruso sigue vivo como germen de lo que sería el rock nacional de ambos países. Y aun mejor: si en los años sesenta multitud de bandas latinoamericanas intentaron emular el sonido y la imagen de la Invasión Británica, Los Shakers fueron más allá y crearon una joya de pop barroco y psicodélico que podría dialogar de igual a igual con las bandas del universo anglo.
La conferencia secreta del Toto’s Bar es una delicada pieza que se nutre por igual del Sgt Pepper’s como del folclore rioplatense. Las paletas de colores psicodélicos en “Una forma de Arcoiris” o “B.B.B. Band” acusan sus momentos más british (incluso jugando en sus propias ligas, con el music hall de “Mi tía Clementina”), pero “Candombe” y “Más largo que el Ciruela” marchan en completa armonía con la música popular uruguaya, al incluir los tambores de candombe y el bandoneón del tango. Cuando los escuchó, Spinetta recuerda: “Había escuchado la música perfecta, algo mejor y más moderno que The Beatles”. Los hermanos Fattoruso formarían Opa en los setenta, mientras que Caio Vila formó Face to Face.