Aunque a lo largo de su trayectoria Maná ha sido criticado una y otra vez por cierto público que cuestiona su filiación rockera, la verdad es que ¿Dónde jugarán los niños? es un hito pocas veces alcanzado por otros nombres del rock mexicano y ayudó a posicionar a los tapatíos como una de las bandas más convocantes de México. Por no hablar de la fuerte base de fanáticos con la que cuentan fuera del país. La banda encabezada por Fher Olvera y Alex González arrancó los noventa firmando con el sello Warner y apuntando un primer éxito con “Rayando el sol”. Pero es en este álbum (donde casi todos los temas fueron singles de gran éxito) con el que su rock-pop de tintes caribeños despliega sus mejores galas.
Desde la apertura con el reggae-rock “De pies a cabeza” sabemos que la cosa viene en serio, de la mano del virtuosismo instrumental de Alex en la batería y Juan Calleros en el bajo. Sería imposible mencionar algunas canciones sin citar todo el tracklist por entero, pero clásicos como “Oye mi amor”, “Vivir sin aire” o “Cómo te deseo” siguen marcados a fuego en la memoria mexicana de los noventa. Tras este álbum, Iván González se unió a Azul Violeta y más adelante el ‘Vampiro’ López hizo lo mismo en Jaguares. Maná siguió su trayectoria con Sergio Vallín en la guitarra, publicando otros discos de gran relevancia como Cuando los ángeles lloran (1995), Sueños líquidos (1997) y un Unplugged para MTV.