Pionera interpretando la rumba, que hasta el momento de su aparición era dominada por hombres, la Reina del Guagancó se hace acompañar en este disco de las orquestas de Bebo Valdés y de Ernesto Duarte, con quienes colaboró durante gran parte de los cincuenta, y demuestra toda su versatilidad para cantar y actuar canciones de gran parte del espectro musical cubano.