El álbum homónimo de Gal Costa marcó un hito tanto en su carrera como en el movimiento tropicalista en Brasil. Para muchos este movimiento representaba las frustraciones, ansiedades y aspiraciones de la izquierda brasileña. Este trabajo refleja de manera vívida la influencia del movimiento, presentando una variedad de estilos que abarcan desde el pop exótico y el rock psicodélico hasta la samba y la bossa nova. La canción «Baby» se convirtió en un gran éxito, mientras que su interpretación de «Divino Maravilhoso» (escrita por Caetano Veloso y Gilberto Gil) se convirtió en un himno del movimiento.