Wara es una de las bandas más emblemáticas de Bolivia. Fundada en La Paz en 1972, lanzaron su disco debut, El inca, al año siguiente, con el concepto de hacer música progresiva con raíces bolivianas. Aunque musicalmente aún no integraban las influencias tradicionales que incorporarían años después, cada pieza del disco estaba inspirada en un elemento indigenista o de la sociedad altiplánica, como Raza de bronce, una novela publicada en 1919 por Alcides Arguedas. En ella el escritor boliviano relata las relaciones afectivas y sociales entre la comunidad aymara, representada por dos jóvenes a punto de contraer nupcias para después ser testigos de las dificultades y cambios que un viaje puede causar en sus vidas.
La novela y sus intenciones serán vistas como una declaración de principios en la segunda pieza de esta colección cuyo título es «Realidad», musicalizada con una mezcla de tarqueada con frenéticos solos de guitarra y órgano, tan desafiante que casi olvidamos que el disco tiene en su tapa la leyenda “música progresiva boliviana”.
La canción que abre y da título al disco, «El inca», hace uso de la flauta e hipnóticos arreglos de violines para servir de introducción al viaje de nuestro personaje, un viaje que solo será una pausa. El lado A del álbum cierra con «Canción para una niña triste» una pieza atmosférica y de amables coros que también dan por concluida las composiciones del dúo González-Sanjines.
El lado B del disco comandado se muestra más agresivo desde el primer segundo. En «Wara (Estrella)» va directo a riffs machacantes. Esto no se pierde en «Kenko», que cierra este viaje del inca, un viaje en el que se ve obligado a volver a un sitio que se vende como más civilizado aún cuando se prefiere el lugar de origen. Breve y conciso, el disco hizo el suficiente ruido con sus letras indigenistas que provocó los esfuerzos del gobierno presidido por Hugo Banzer para evitar una difusión mayor.
A medida que pasaron los años y los discos, Wara fue dejando estas intenciones sincretistas para enfocarse totalmente en la música andina, en la que también consiguieron momentos altísimos, pero que no alcanzaron el mismo estatus de culto. Como dato adicional, el disco fue regrabado en el año 2001 bajo el título “Wasitat Jikisiñasawa”, con arreglos más consolidados de rock andino, incluyendo una versión del tema “Wara” en aymara y la canción “A más de 500 años” de Pedro Sanjines.