Manal es una banda con una carrera tan breve como inaugural e imprescindible para el blues en español. Un disco sustancial para el rock argentino de los setentas, atravesado por letras existencialistas, filosóficas, que son reflejo de la bohemia intelectual porteña. El disco abre con la voz cavernosa y blusera de Javier Martínez, y un toque particular jazzistico en batería con riffs penetrantes de la mano de Claudio Gabis. En uno de sus temas más populares, «Jugo de tomate», dan un giro irónico sobre los mandatos de éxito de la época.
La banda impregnaba sus letras del paisaje urbano porteño y lo cotidiano del obrero en un Buenos Aires industrial, como en “Avellaneda Blues”. De esta manera, marcaban una impronta tanguera al describir el paisaje bonaerense, lo cual hasta entonces no era usual en el rock de la época, y en un ir y venir, del frenesí de la ciudad a la quietud del campo, y el deseo de huida, como en «Una casa con diez pinos». El disco es una mixtura variada de géneros. Allí crearon atmósferas soul, blues, jazz, buceando en sonidos propios, de sello rioplatense.
Javier Martínez, fundador, baterista y cantante en Manal, en una de sus declaraciones más recientes sentenciaba «Maldigo totalmente a los que van a darme bola después de muerto». Y acá estoy, jugándome la maldición, haciéndole memoria e invitándote al viaje diverso que este disco propone y que, si aún no lo hiciste, le prestes tu oído.